Queridos todos:
Esta que presentamos hoy es una función previa. El estreno lo tenemos previsto para el principio de la temporada que viene, quizá en octubre de este año. Es fácil suponer que queda mucho trabajo por delante y también un acopio suficiente de recursos. Pero os deseamos mostrar el estado actual de nuestro trabajo con el propósito, de que, de vosotros nos lleguen las respuestas críticas suficientes como para lograr que nuestra última etapa de trabajo se reconduzca y profundice en la línea de excelencia que deseamos.
Nuestro proyecto no es nada fácil, sino que incluye un elenco extenso formado con jóvenes actores que aceptan el reto de enfrentarse con una propuesta escénica en la que se superponen varios niveles de lenguaje entre los que se integran los ejercicios lúdicos con los conceptuales asociados con una voluntad de interpretación de poética visual. La gallardía de las nuevas generaciones hace posible la presencia de un juego de lenguajes escénicos que trasciende de lo conformista para adentrarse decididamente en una relectura de los fundamentos de la literatura del realismo fantástico llegando al extremo de realizarla como fantasía mágica.
Tenemos la luna en creciente y la primavera brota, jugando, en nuestro bosque. Brota con el gesto, con la expresión de los cuerpos de los actores y las actrices, con la palabra del llorado y juguetón Julio Cortázar. En los tiempos que corren, tiempos convulsos, hay quienes queremos jugar, quienes aún jugamos, a pesar de los pesares de la realidad. Jugar: eso hemos hecho el equipo que integramos La Xanxa Marranxa e Incògnita Teatre. Estamos aquí con todos vosotros para compartir ese juego, nuestro, ese juego universal y consustancial a la humanidad que es el teatro. Hoy también nos adelantamos, con nuestro juego, a los días, próximos, de Pascua. Esos días que en Valencia empinamos les milotxes, que no son otra cosa que el barrilete de Cortázar. Queremos que vuele bien alto, que zigzaguee con la magia escénica, de la mano de actores y actrices jóvenes, algunos de los cuales, ya pisan tablas sólidas en nuestros teatros.
Quiero dar las gracias a todos los que nos habéis apoyado. Porque no es fácil, no lo ha sido, sacar un proyecto como éste adelante. Con mucho voluntarismo y sin necesidad de subvenciones, básicamente con ilusión y ganas. Pero lo estamos haciendo. En el bosque de las mancuspias, hemos hecho florecer no sólo los girasoles, sino que hemos echado a volar, también, las mariposas. Unas mariposas de hilo, de caña y de papel de seda, tenues y frágiles, bellas y divertidas, besadas por el viento, elevadas por la palabra y el trabajo escénico. Es el tiempo de barrilete y mañana, tal vez, será el de los baleros, o el de los arcos.
Reitero nuestro agradecimiento a todos vosotros, el de Incògnita Teatre y el de la Xanxa Marranxa, el de la sala Matilde Salvador y como decimos las gentes del teatro: ¡Que empiece la función y mucha mierda!
Esta que presentamos hoy es una función previa. El estreno lo tenemos previsto para el principio de la temporada que viene, quizá en octubre de este año. Es fácil suponer que queda mucho trabajo por delante y también un acopio suficiente de recursos. Pero os deseamos mostrar el estado actual de nuestro trabajo con el propósito, de que, de vosotros nos lleguen las respuestas críticas suficientes como para lograr que nuestra última etapa de trabajo se reconduzca y profundice en la línea de excelencia que deseamos.
Nuestro proyecto no es nada fácil, sino que incluye un elenco extenso formado con jóvenes actores que aceptan el reto de enfrentarse con una propuesta escénica en la que se superponen varios niveles de lenguaje entre los que se integran los ejercicios lúdicos con los conceptuales asociados con una voluntad de interpretación de poética visual. La gallardía de las nuevas generaciones hace posible la presencia de un juego de lenguajes escénicos que trasciende de lo conformista para adentrarse decididamente en una relectura de los fundamentos de la literatura del realismo fantástico llegando al extremo de realizarla como fantasía mágica.
Tenemos la luna en creciente y la primavera brota, jugando, en nuestro bosque. Brota con el gesto, con la expresión de los cuerpos de los actores y las actrices, con la palabra del llorado y juguetón Julio Cortázar. En los tiempos que corren, tiempos convulsos, hay quienes queremos jugar, quienes aún jugamos, a pesar de los pesares de la realidad. Jugar: eso hemos hecho el equipo que integramos La Xanxa Marranxa e Incògnita Teatre. Estamos aquí con todos vosotros para compartir ese juego, nuestro, ese juego universal y consustancial a la humanidad que es el teatro. Hoy también nos adelantamos, con nuestro juego, a los días, próximos, de Pascua. Esos días que en Valencia empinamos les milotxes, que no son otra cosa que el barrilete de Cortázar. Queremos que vuele bien alto, que zigzaguee con la magia escénica, de la mano de actores y actrices jóvenes, algunos de los cuales, ya pisan tablas sólidas en nuestros teatros.
Quiero dar las gracias a todos los que nos habéis apoyado. Porque no es fácil, no lo ha sido, sacar un proyecto como éste adelante. Con mucho voluntarismo y sin necesidad de subvenciones, básicamente con ilusión y ganas. Pero lo estamos haciendo. En el bosque de las mancuspias, hemos hecho florecer no sólo los girasoles, sino que hemos echado a volar, también, las mariposas. Unas mariposas de hilo, de caña y de papel de seda, tenues y frágiles, bellas y divertidas, besadas por el viento, elevadas por la palabra y el trabajo escénico. Es el tiempo de barrilete y mañana, tal vez, será el de los baleros, o el de los arcos.
Reitero nuestro agradecimiento a todos vosotros, el de Incògnita Teatre y el de la Xanxa Marranxa, el de la sala Matilde Salvador y como decimos las gentes del teatro: ¡Que empiece la función y mucha mierda!
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